Satélite de telecomunicaciones de la Paranormal Agency y sistema informático de localización de anomalías global.
Historia[]
Desde que se empezaron a utilizar anómalos como armamento, la capacidad para detectarlos y posteriormente capturarlos siempre ha sido una de las ventajas estratégicas más importantes perseguidas por las distintas agencias; cuantos más anómalos "reclutaran", mayores eran las posibilidades de victoria sobre sus enemigos.
Afortunadamente, la variedad de las anomalías es tal que resultaba del todo imposible crear un sistema apto para detectarlos a distancia a todos. Al menos hasta que la P.A. unió bajo su protección a los investigadores de los distintos bandos para trabajar juntos. Algunos se unieron por amor a su trabajo, otros porque sus propios gobiernos habían puesto precio a sus cabezas por miedo a que revelaran sus conocimientos.
De este modo, tras años de aunar esfuerzos, se logró el primer sistema de detección de anomalías a distancia del mundo y se contruyó como satélite para ser lanzado el 1 de julio de 1990 desde Argentina bajo la identidad falsa del Lusat 1, un satélite metereológico. La operación fue un éxito y uno de los pilares más importantes para la culminación de la P.A. como agencia de ámbito global.
Curiosidades y características[]
El nombre final del satélite se decidió en español en reconocimiento a la colaboración de los organismos argentinos sin los cuales, no se hubiese podido mantener en secreto el lanzamiento. R.A. (Rastreo de Anómalos) así mismo, hace referencia al Ojo de Horus u Ojo de Ra de la mitología egipcia.
Entre sus funciones encontramos:
La localización de anómalos
Central de telecomunicaciones de la P.A.
Satélite metereológico, tal como requería su tapadera
Su estructura recuerda a una pelota de futbol (soccer), aunque algunos creen que fue un homenaje a Star Wars dado su parecido con la Estrella de la Muerte
En lugar de un satélite, sería más adecuado hablar de una pequeña estación espacial dado que se construyó con espacio adicional para incorporar nuevos avances y zonas específicas destinadas al sustento y supervivencia de los técnicos que eventualmente trabajaran en RA.
Una de las últimas actualizaciones ha consistido en incorporar robots de mantenimiento programados.
